El próximo 18 de octubre se realizará una importante subasta de surrealismo en Sotheby´s Paris, para celebrar su centenario, encabezada por las obras más importantes de Magritte y Picabia, y con el foco puesto en las destacadas artistas Leonor Fini, Kay Sage y Dorothea Tanning. También se presentarán los primeros diseños relacionados con el nacimiento del movimiento.
En el video pueden ver la obra de Magritte, L´incendie o El incendio o El fuego. Es una pintura Realizada después de la Segunda Guerra Mundial, L’Incendie es un ejemplo magistral de la inquebrantable dedicación de Magritte al surrealismo figurativo.
En la presente obra, cinco árboles superpuestos en forma de hojas gigantes están plantados en el centro de la composición; sus colores pastel contrastan marcadamente con el cielo oscuro y la bruma ondulante que hay detrás de ellos. Juntos, se yerguen como centinelas sobre un paisaje sombrío, proyectando sombras, a pesar de la oscuridad del fondo, sobre un paisaje árido poblado por las icónicas esferas de Magritte. Las venas de cada hoja, que también pueden leerse como ramas ascendentes de un árbol, infunden a la escena una sensación de vitalidad, como si hubieran sido captadas en pleno acto de crecimiento rápido. Las formas de las hojas de los árboles, de manera estilizada, se asemejan a figuras humanas. El poder de esta obra típicamente magrittiana reside en la capacidad inigualable del artista para revelar y explotar la ambigüedad y la contradicción en temas aparentemente familiares. Lo que a primera vista parece una imagen equilibrada y satisfactoriamente naturalista se desenreda rápidamente al examinarla más de cerca. ¿Las formas vegetales están destinadas a ser árboles u hojas? ¿Dónde están plantadas? ¿Cómo pueden crecer con tanta vitalidad a pesar de la aridez del lugar? ¿Es de noche o es de día? Estas preguntas siguen sin resolverse y, de hecho, son irresolubles; dentro de la obra misma, el espectador está suspendido para siempre en un estado de dualidad y misterio.
(Fuente Sotheby´s)
Historia en desarrollo....
TRES SURREALISTAS MUJERES O TRES MUJERES SURREALISTAS?
Leonor Fini, Dorotea Tanning y Kay Sage: Estas tres pintoras formaron parte del movimiento surrealista, casi en la misma época. Las tres viajaron por el mundo y se relacionaron con los círculos del movimiento, en general compuesto por hombres. Ninguna de las tres tuvo hijos, aunque sí experimentaron el matrimonio. Tal vez sus hijos fueron sus obras sobre las que tanto trabajaron. Si bien parecen tener cosas en común, cada una de ellas aportó una visión única
Leonor Fini: Nació en Argentina en 1907, hija de una familia acomodada, sus padres se separaron cuando ella era una niña y su madre decidió huir con Leonor a Trieste, Italia por temor a que su ex marido las secuestrara. Fini fue una pintora autodidacta, desde pequeña sus cuadernos estaban repletos de dibujos. Tuvo una vida excéntrica y apasionada, digna de un documental o serie de Netflix. Su vida personal fue tan colorida como su arte, marcada por relaciones intensas y una personalidad magnética. Fini era conocida por sus retratos inquietantes y sus pinturas eróticas, donde exploraba temas como la sexualidad, el poder y la muerte. Pero también se dedicaba a otras actividades, ella no separaba la pintura del trabajo decorativo, por eso diseñó lentes, perfumes, papeles de regalo, entre otros oficios. Todo era útil para tener libertad. Vivió una vida bohemia en París, rodeada de artistas y escritores.
Se casó una vez, de forma breve, con Federico Veneziani, luego volvió a unirse con un diplomático italiano pero lo convenció de que dejara una promisoria carrera en el derecho internacional para que se dedicara a la pintura. Amaba los gatos y llegó a tener 23 en su departamento. Murió en Francia a los 87 años.
Dorothea Tanning: Pintora estadounidense, Tanning fue una de las pocas mujeres que logró reconocimiento en el mundo del surrealismo dominado por hombres. Su obra se caracteriza por figuras femeninas fuertes y enigmáticas, a menudo representadas en entornos oníricos y surrealistas. Tanning tuvo una larga y fructífera carrera, y su trabajo sigue siendo muy apreciado en la actualidad. En algunos articulos sobre su vida se menciona cómo su matrimonio con Marx Ernst fue un antes y un después en su vida y en su carrera. Marx Ernst era un pintor alemán, aunque nacionalizado francés, precursor del movimiento dadaista y surrealista. Cuando conoció a Dorothea iba por su tercer matrimonio, y estaba casado con una mecenas del arte norteamericano Peggy Guggenheim, emparentada con el célebre Solomon Robert Guggenheim, cuyo nombre quedó inmortalizado en el impresionante museo de Nueva York.
Marx Ernst se enamoró de Dorothea, la chica de Illinois y se convirtió inmediatamente en admirador de su arte. Una vez que él se divorció de Guggenheim, se casó con Tanning.
El matrimonio duró desde 1946 hasta la muerte de Ernst en 1976. Pero ella no fue simplemente la esposa del pintor genial, de hecho cambió su estilo surrealista y emprendió un camino distinto, más cercano a lo abstracto. Incluso a los 94 años comenzó una carrera como escritora. Murió a los 102 años (2010) en Nueva York.
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Kay Sage: Pintora estadounidense, Sage fue una figura clave del surrealismo en Estados Unidos. Su obra se caracteriza por paisajes desolados y figuras solitarias, que transmiten una sensación de melancolía y misterio. Sage nació en Albany, Nueva York.
Fue la segunda hija de una familia próspera de clase media alta. Gran parte de su juventud se la pasó viajando con su madre, una mujer adicta a los viajes. Finalmente Kay se estableció en Rapallo (Liguria), Italia y de allí a Roma a seguir sus estudios.
Ella admiraba a De Chirico, uno de los mayores representantes de la pintura surrealista y por lo que leí, de él se inspiró para construir esos paisajes tan distópicos, de una belleza misteriosa, como si fueran planetas desconocidos, no conquistados aún. Es una de esas pintoras que por distintas razones no cobró fama como otras de su generación, pero realmente se la hubiera merecido incluso más que otras u otros.
Tal vez hubo algunas interrupciones en su carrera, como cuando se casó con un principe italiano .Ranieri di San Faustino. Ese matrimonio duró 10 años durante los que postergó un poco su pintura y se dedicó a la vida de alta sociedad. Sin embargo llegó un momento en que la propia Sage decidió que no servía para ser princesa y se divorció. De Italia marchó a Francia y comenzó a frecuentar los círculos de pintores surrealistas como André Breton, Marx Ernst y otros. En 1937 conoció a Yves Tanguy, un pintor surrealista francés del que se enamoró perdidamente. Con el regresó a Estados Unidos a principios de la Guerra y se casó en Reno, Nevada. En 1941 se mudaron a Connecticut y allí Kay fue muy productiva lo mismo que su esposo que era una figura muy conocida en el mundo surrealista. En 1955 Tanguy fallece a causa de un problema cardíaco. Sage comienza a tener un problema de cataratas y además cae en una profunda depresión. Su final fue trágico. Ella decidió terminar con su vida en 1963. Muchos escritos que leí achacan este hecho a la muerte de Tanguy. Puede haber sido un desencadenante, pero lo cierto es que la depresión es una enfermedad multifactorial. En aquellos años no existían los métodos y medicamentos que existen hoy en día para tratarla y curarla. Pese a todo, Kay Sage dejó un legado en el surrealismo. Un legado que merece ser descubierto y difundido, porque es de una belleza exquisita.
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Museum of Art Gallery at Yale University, New Haven, Connecticut (USA) |
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